“Cuídate”, te diré al despedirnos.
Cuídate no es una palabra al azar, no es una palabra vacia, sin contenido, sin sentido, no es un mero trámite. Cuídate es imperativo del verbo cuidar, orden clara y concisa de tutela y que encierra deseo y necesidad de conservación por parte de quién la expresa.
Así pues, Cuídate cuando yo no esté suficientemente cerca para hacerlo. Cuídate como si fuera yo quien lo hiciera, cuídate con mi misma diligencia, mi perseverancia, mi mimo, mi cautela, mi fe ciega……como si en ello te fuera la vida que es la mía. Y no escatimes medios, busca adentro, busca afuera, busca y encuentra. Siempre, siempre, pase lo que pase, sea lo que sea,habrá una opción para cuidarte. Y si en un remoto supuesto no la vieras, vuelve a mirarte, porque éste es mi único encargo y confío en que sabrás alcanzarlo: Cuídate.
Detrás de un “cuídate” sincero siempre hay un “como te pase algo me muero”
Cuídate por favor!
Me cuido, Antonia, creo que es una de nuestras principales responsabilidades personales. Gracias por recordármelo. Y yo también te deseo cariñosamente que te cuides 🙂
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Gracias guapisima!!
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Agradezco de corazón tu deseo y más cuando por primera vez en la vida veo con claridad el camino para perserverar en ello.
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Gracias Dolors!! Es precioso lo que dices!
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